lunes, 19 de abril de 2010

Independencia del Congo

En 1885, en la Conferencia de Berlín se estableció en la zona, el denominado Estado Libre del Congo, un dominio colonial africano, propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica. Desde este momento El Congo fue administrado de forma privada por el rey Leopoldo hasta 1908, año en que el territorio fue cedido a Bélgica debido a la presión internacional que recibió Leopoldo II a causa de la brutalidad con la que reinaba dicho territorio.

El gobierno belga controló el país, pero las acciones del gobierno cotidiano eran llevadas a cabo por el gobernador general, que era designado como un administrador colonial por el gobierno.

Además del paternalismo de los belgas, había una especie de "Apartheid", ya que existían numerosas limitaciones y restricciones sobre los nativos.

En 1952, el Gobernador General Léon Antoine Marie Petillon escribió al Secretario Colonial, diciendo que si no se hacía nada para mejorar la situación en el Congo, Bélgica perdería su colonia más rica. Él proponía otorgarle a la población nativa mayores derechos civiles, inclusive el derecho al voto. El gobierno belga se opuso a esta propuesta. En Bélgica, algunos diputados querían incorporar el Congo al Reino de Bélgica, de esta manera los nativos congoleños se convertirían en ciudadanos belgas, y por lo tanto tendrían plenos derechos civiles en Bélgica, Sin embargo, Bélgica no estaba interesada en su colonia.

Surgió un movimiento nacionalista el cual promovía un nacionalismo territorial en donde el Congo belga se convertiría en un único estado político después de la independencia. En contraposición, surgió otra postura basada en un nacionalismo que tuviera una base étnica-religiosa y regional.

A principios de la década de 1950, estos movimientos nacionalistas emergentes aumentaron las presiones sobre Bélgica para transformar al Congo belga en un estado autónomo. Bélgica había ratificado el artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas, que recomendaba la autodeterminación de los pueblos, y las superpotencias presionaban a Bélgica para que modificara su política en el Congo. El gobierno belga hizo oídos sordos a este pedido. Sin embargo, el profesor belga Antoine van Bilsen, en 1955, publicó un tratado llamado "Plan de treinta años para la emancipación política del África belga". El plan estaba basado en que la emancipación gradual del Congo duraría unos 30 años, ya que Van Bilsen pensaba que ese era el tiempo requerido para crear una élite educada que pudiera reemplazar a los belgas en la administración del país. El gobierno belga y muchos "évolués" (católicos autóctonos) desconfiaban del plan porque significaba su renuncia definitiva al Congo.

En paralelo se gestó el Mouvement Congolais Nacional (que fue fundado técnicamente en 1956). El MNC fue dirigido por Patrice Lumumba. Éste apoyaba la idea de un único país independiente que cubriera la totalidad del territorio del Congo. En 1959, se produjo una división del MNC que dio lugar al surgimiento de un grupo más moderado impulsado por kalonji y otros líderes, Mouvement Congolais-Kalonji Nacional. El otro grupo era el Mouvement Congolais-Lumumba Nacional, facción izquierdista liderado por Lumumba. Éste y el MNC se habían erigidos en el partido más importante e influyente del Congo belga. El MNC ganó con una mayoría clara en las primeras elecciones independientes del Congo y Bélgica fue forzada a reconocer a Lumumba como Primer Ministro.

En 1960, se convocó a una ronda de conversaciones en Bruselas que tuvo lugar entre el 20 de enero y el 20 de febrero. Los representantes congoleños y belgas acordaron los pasos para realizar elecciones en todo el país antes de concluir el año. En mayo se llevaron a cabo las elecciones legislativas y provinciales en las que se negoció un compromiso: que Joseph Kasavubu fuera elegido como Presidente por el Parlamento y que Lumumba ocupara el cargo de Primer Ministro.


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